Realidad vs Imaginación

Después de un paréntesis (breve, para mí) para disfrutar de unos días de vacaciones, vuelvo a la carga con nuevos posts y hoy lo hago con uno mitad consejo mitad reflexión, porque una cosa es imaginar cómo será algo en cuestión de bodas y otra afrontar la cruda realidad... y durante estos días (lamentablemente) he sido testigo ello!! Porque  si a mí me hablan de invitadas estilosas, con tocados maravillosos o vestidos impresionantes yo, en mi imaginación, veo algo así...

 

Aunque mucha gente prima el precio por encima de la calidad y van con vestidos que nada tienen que ver con los bien confeccionados, con telas de calidad y en los que hay un diseño personalizado detrás, así que la realidad en muchas ocasiones es más parecida a esto otro...
 

Conclusión número 1 -  Vale más ir de Zara y compañía, que acudir a estas tiendas que venden vestidos de boda a granel en las que las telas dejan mucho que desear, los cortes son anticuados y sin nada de estilo. Muchas de esas tiendas que dicen comprar los vestidos en París, lo hacen en realidad en los mayoristas chinos de las grandes ciudades y cuando muchas clientas creen ir monísimas con atuendos especialmente seleccionados para ellas, en realidad llevan prendas "made in China" que no tendría nada malo si el resultado fuese bueno, pero ¿creéis que lo es? Yo, salvo contadísimas excepciones, no.

Otra cuestión es la de la madrina, ¿o no os ha pasado que mientras esperas a que lleguen los protagonistas, tú te imaginas a una madrina maravillosa y elegante...

 

Madrina vía Inma Fraile

...y va y aparece a una señora con bolso al codo y traje de chaqueta desfasado? O peor aún, llena de cosas al más puro estilo "me he puesto todo lo que me han enseñado en la tienda porque no tengo ni idea de lo que me queda bien"?

Imágenes vía Hola.com y Google

 

Conclusión número 2 - Las madrinas tienen que invertir un poco más en lo que se ponen. Y esto no significa que tengan que comprar todo lo que les ofrecen, ni gastarse un dineral, sino tener criterio propio y saber qué les favorece y qué no. Y ante la duda: menos es más. Y si los medios económicos no lo permiten, se puede ir a una modista y llevarle imágenes de otras madrinas que tengan su misma fisionomía (ojo a esto, que si no el resultado puede ser un desastre) para ir bien sin invertir mucho dinero.

Otra cuestión a tener en cuenta es el largo de lo que llevamos, porque un look que a priori puede ser ideal, queda relegado a las últimas posiciones estilísticas cuando dejamos ver más de lo necesario, cuando llevamos escotes exagerados o escogemos telas que transparentan. Es cierto que hay que seguir la moda y las tendencias, pero siempre hay que adaptarlas a nosotras mismas y al evento al que acudamos.

Foto vía Pinterest

Conclusión número 3 - Aunque tengamos un cuerpazo, las prendas que escojamos tienen que permitirnos movernos, sentarnos y bailar con naturalidad y sin enseñar más de lo necesario.

Elegir bien los complementos que llevamos implica también tener preparado un buen conjunto de ropa interior, acorde al escote que queramos llevar. Y si llevamos un vestido palabra de honor nunca jamás de los jamases hay que llevar un sujetador con tirantes de silicona. Y si optamos por llevar sandalias nunca jamás de los jamases hay que llevar medias. Y si no sabes maquillarte (puedes ver algunos consejos aquí) o si en la peluquería de tu barrio son de las que te dejan hecha un cuadro, hay que saber decir que no e ir a un maquillador profesional, sí o sí.

Horrores encontrados en Pinterest y Google

 

Conclusión número 4 - Ser una invitada perfecta no sólo es escoger un vestido bonito, sino llevarlo con elegancia (en todos los sentidos).

¿Os ha pasado que imagináis cómo será algo y al llegar el día señalado, te llevas una (nada grata) sorpresa?  ¡Feliz lunes!